Download Free La Educacion Emocional En La Practica Book in PDF and EPUB Free Download. You can read online La Educacion Emocional En La Practica and write the review.

La educación emocional tiene como objetivo desarrollar competencias emocionales que contribuyan al bienestar personal y social. Esta obra presenta un amplio panorama de la práctica de la educación emocional, que debería iniciarse desde el nacimiento y estar presente a lo largo de la vida. Después de una descripción general de la educación emocional, se dedica un capítulo a la práctica en cada uno de los niveles educativos obligatorios: educación infantil, primaria y secundaria. Es un libro eminentemente práctico, de tal forma que en todos los capítulos hay ejemplos y actividades prácticas propias del nivel educativo del capítulo. Con esto se pretende ilustrar la práctica de la educación emocional y dar sugerencias que orienten a la persona interesada. Un capítulo se dedica a la interacción entre acción tutorial, educación para la ciudadanía y educación emocional. Se proponen estrategias para poner en práctica la educación emocional en función de las posibilidades del contexto. Las familias juegan un papel esencial en la educación emocional. Es importante que padres y madres hayan adquirido las competencias emocionales necesarias para poder contribuir a la educación emocional de sus hijos. Hay que contribuir a la formación de madres y padres para que éstos puedan educar mejor a sus hijos e hijas en la dimensión emocional.
La educación emocional es una respuesta a las necesidades sociales: ansiedad, estrés, depresión, violencia, consumo de drogas, etc. Todo esto es manifestación del analfabetismo emocional. El objetivo es el desarrollo de competencias emocionales, entendidas como competencias básicas para la vida. Este libro tiene un enfoque eminentemente práctico. Se presentan multitud de actividades y ejercicios para el desarrollo de competencias emocionales, dirigidas a la educación infantil, primaria, secundaria y familias.En diversos capítulos se tratan: miedo, ansiedad y estrés; regulación de la ira para la prevención de la violencia; la tristeza; inspirar la felicidad, etc. Hay un capítulo sobre música, emoción y motivación, con la presentación de una experiencia interdisciplinaria, que puede servir de modelo y ejemplo. Un capítulo pone un énfasis especial en la educación emocional en la familia, con la presentación de propuestas para la práctica.La intención es contribuir a la difusión de la educación emocional, tanto en la educación formal como en la familia. Investigaciones han demostrado sus efectos positivos en las relaciones interpersonales, en la disminución de la conflictividad, en el rendimiento académico y en el bienestar.
Este libro se basa en el complejo mundo que interconecta las emociones con el clima y el aprendizaje en el aula, basándose en dos pilares: clarificación y precisión conceptual y aplicación en la tarea docente. En este sentido, una vez trabajados los conceptos, se exponen las líneas de investigación y los nuevos planes que contemplan su implementación tanto en el trabajo con personas como en la organización del centro, intentando cubrir las necesidades que puedan surgir en las etapas de educación obligatoria y mostrando uno de estos planes como ejemplo práctico. La obra analiza los afectos, las emociones y los sentimientos; el procesamiento afectivo; y el modo en el que están presentes las relaciones en el aula para poner en práctica actuaciones de educación emocional en los centros y favorecer la convivencia.
Si preguntamos a madres y padres qué es lo que más desean para sus hijos e hijas, la respuesta se puede resumir en: «que sean felices». Las investigaciones sobre el bienestar emocional (felicidad) en los últimos años han aportado conocimientos que deben ponerse a disposición de la sociedad. La implicación educativa que de esto se deriva es el desarrollo de competencias emocionales para la construcción del bienestar, lo cual nos sitúa en la finalidad de la educación. La educación emocional tiene además un aspecto social que no hay que olvidar: la creación de climas emocionales favorables para el aprendizaje, la convivencia y el bienestar social.
Este es un libro para maestros emocionales, que quieren aprender de sí mismos y enseñar a los adolescentes el valor de las emociones en el desarrollo de una vida con sentido. Las emociones, como los valores, no pueden educarse solamente desde la razón. Las competencias emocionales, como la ética, no pueden transmitirse verbalmente, sino que deben mostrarse en la relación y mediante el ejemplo. Así, la educación en emociones requiere de un maestro que, a su vez, haya desarrollado sus propias competencias emocionales. En ese camino, este programa presenta una reflexión sobre el sentido de las emociones y la educación emocional en las aulas, así como una sugerencia práctica estructurada, a la vez que flexible y versátil. Con ello se pretende ayudar al maestro emocional tanto en la necesaria reflexión sobre la educación emocional, como en su puesta en práctica. Además, la obra presenta una valoración sobre el programa realizada por los propios adolescentes participantes. Sus testimonios son muy importantes, pues sirven tanto para avalar las sugerencias que aquí se exponen, como para mejorarlas. Pero también pueden servir para que tú, que eres o quieres ser un buen maestro emocional, puedas desarrollar tus propias acciones educativas.
En esta obra se desarrolla un programa dirigido a docentes que quieren ampliar sus recursos para practicar la educación emocional en sus aulas. En esta misma editorial se publicó el Programa de educación emocional para adolescentes: De la emoción al sentido (PREDEMA), el cual permite a los docentes poner en práctica sesiones y actividades orientadas al desarrollo de las competencias emocionales de su alumnado. No obstante, la mejor forma de empezar la educación emocional es desarrollar las propias competencias emocionales en la interacción con el aula, porque ello permite no solo actuar de modelo de competencia, sino también acompañar al alumnado en su propia vivencia y regulación emocional. El seguimiento de este programa, que consta de siete sesiones, facilita conocer, desarrollar y aplicar un modelo de educación emocional basado en las cuatro competencias emocionales del modelo de Inteligencia Emocional de Mayer y Salovey (1996), además de otras habilidades relacionadas como la empatía, asertividad y solución de problemas. El modelo de educación emocional propuesto por las autoras incorpora tres elementos transversales fundamentales: el modelado, el andamiaje y el aprendizaje significativo. Enmarcado en un paradigma humanista-existencial, el programa plantea el diálogo como herramienta fundamental del aprendizaje, el cual se desarrolla en una secuencia que se inicia con la vivencia o exploración de la experiencia, sigue con su comprensión o simbolización y termina con la transferencia y aplicación de lo aprendido a otros ámbitos de la vida. La obra concluye con un resumen sobre los beneficios observados por los docentes participantes de un estudio piloto sobre la implementación del programa.
Esta obra muestra la función que desempeña la inteligencia emocional en la interacción docente – alumno y el manejo de los conflictos, en la etapa de educación secundaria. Asimismo, ofrece al personal docente un decálogo de recomendaciones y orientaciones que sirva de guía a los programas de inteligencia emocional que se implementen en los centros educativos.
Un manual 100% actualizado con lo que los docentes necesitan saber sobre educación emocional, escrito por Rafael Bisquerra y Èlia López-Cassá, principales referentes de habla hispana en el tema. La educación emocional es un aspecto clave de la educación orientada al desarrollo integral de la personalidad y a la prevención de la violencia. Cada vez más jurisdicciones la integran en su diseño curricular y está presente en todos. 10 capítulos temáticos: "Las emociones y su clasificación", "El cerebro y las emociones", "Inteligencia emocional o competencia emocional", "La educación emocional", "El papel de la psicología positiva en la educación emocional", "La educación emocional en la práctica", "Los recursos para la educación emocional", "La educación emocional para prevenir la violencia", "El papel de la evaluación en la educación emocional" y "La finalidad última de la educación emocional".
La formación del profesorado es uno de los elementos indispensables para lograr la mejora de la calidad de la educación; más aún, cuando se encuentran en la etapa inicial de la adquisición de competencias docentes. Por eso, en este libro se ofrecen contenidos y reflexiones relativos al aprendizaje emocional y social en la primera infancia, con el deseo de aportar una síntesis de algunos aspectos que deben ser tenidos en cuenta en la formación de los maestros y maestras de Educación Infantil. En el primer capítulo, se ofrecen algunas claves sobre el acompañamiento respetuoso en la infancia; se ahonda en la trascendencia del ambiente en el desarrollo emocional y se propone una conceptualización de las emociones. Finaliza con la descripción de algunas emociones y su incidencia en el desarrollo infantil. En el segundo capítulo, se exponen algunas de las teorías del aprendizaje emocional y social; concretamente, se abordan brevemente la del aprendizaje observacional de Bandura y la del aprendizaje conductual; el objetivo es entender cómo se adquieren, en la primera infancia, las conductas emocionales y sociales. Asimismo, se describe uno de los constructos más recientes, como es la inteligencia emocional; desde su aparición en el año 1990 ha sido ampliamente utilizado para explicar el comportamiento humano y sus implicaciones en ámbitos educativo, organizacional y de salud. En este capítulo nos centramos en el ámbito educativo y su desarrollo en la primera infancia; por otro lado, se detallan los modelos teóricos más relevantes y sus instrumentos de medida; de esta manera, se enuncian algunas de las características más relevantes de los modelos de IE-habilidad de Mayer y Salovey, de inteligencia emocional social de Bar-On, de competencias de Goleman y de IE-rasgo de Petrides y Furnham. Finalmente, se alude al concepto de educación emocional y su concreción en cinco competencias relevantes para el correcto desarrollo emocional y social de los niños y niñas de 0 a 6 años: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, conciencia social y competencias para la vida y el bienestar. En la búsqueda del deseado equilibrio emocional y social se insiste en la trascendencia de incorporar en los currículos escolares una educación emocional. El fin último de esa educación emocional ha de ser la consecución de competencias emocionales, entendidas estas como el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales (Bisquerra et al., 2010). En el capítulo tercero, ahondaremos en las aportaciones de la neurociencia y su relevancia en nuestro desempeño docente. Conoceremos las claves anatómicas y funcionales del cerebro y su incidencia en el desarrollo infantil y el aprendizaje. Prestaremos una especial atención al desarrollo emocional y el poder de la educación como herramienta que incide en el cerebro de los más pequeños. Las funciones ejecutivas y su relevancia en la regulación cognitiva, conductual y emocional serán igualmente trascendentes en este capítulo. Concluiremos con unas claves para ayudar a nuestros niños a adaptarse con éxito a las demandas del entorno escolar, familiar y social desde unas prácticas basadas en la evidencia que señalan el irreemplazable papel de las emociones y del trabajo cooperativo. En el cuarto capítulo, se presentan propuestas prácticas para la incorporación de la educación emocional al currículum de la etapa de Educación Infantil. Previamente, se muestran las características de la educación emocional y su presencia en la legislación vigente. En este sentido, además de la presencia en la LOMLOE (2020) o en el Real Decreto 95/2022 que ordena las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil (2022), se realiza un breve recorrido por las características de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), por sus relaciones con los fines de la educación emocional para procurar el bienestar en el alumnado. La intervención para la educación de las emociones requiere de sistematicidad en el diseño, el desarrollo y la evaluación de los programas dedicados a estos fines. El rigor necesario al desarrollar las actividades que conforman los programas tiene implicaciones en la formación de docentes o de otros agentes educativos, como los padres y las madres. Los beneficios personales y profesionales de la adquisición de competencias emocionales por parte de quienes desarrollan la actividad docente en la etapa de Educación Infantil justifican esta formación, por sus efectos positivos en el alumnado y, si cabe, en los agentes educativos de su contexto más próximo. Se presenta una selección de aplicaciones prácticas de la educación emocional en la primera infancia que se fundamentan en los modelos de inteligencia emocional y del aprendizaje social y emocional. Una revisión de los resultados de la investigación educativa nos ofrece una variedad de beneficios para el alumnado, por lo que la educación de las emociones merece estar integrada en el currículum, un lugar destacado en la programación del aula de esta etapa educativa. Finalmente, en el último capítulo del libro, se presenta una brillante propuesta en la que se repiensa el acompañamiento emocional a través de los cuentos tradicionales. A través de imágenes arquetípicas, los cuentos tradicionales recogen todo lo que convive en nuestro interior (lo agresivo, lo vergonzoso, lo miedoso, lo valiente…); estos símbolos impactan directamente en nuestro inconsciente. En su Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Betthelheim (2024) ahonda en el poder transformador de los cuentos de hadas: «Para poder dominar los problemas psicológicos del crecimiento (…) el niño necesita comprender lo que está ocurriendo en su yo consciente y enfrentarse, también, con lo que sucede en su inconsciente». Los niños necesitan cuentos. Relatos que aborden sus temores, dificultades y anhelos desde un lugar seguro, el que ofrece el espacio mágico de la narración. Nuestra propuesta, mostrada en este capítulo, alineada con la de Martínez-Pardo (2018), parte de un acompañamiento emocional en el que se permite al niño entrar en contacto con sus emociones (sean estas las que sean). Un verdadero aprendizaje precisa de una vivencia genuina, que ofrezca al menor la oportunidad de, una vez que ha sentido y transitado por ese mundo emocional, adquirir estrategias para aprender a vivir con todo lo que siente. En este acompañamiento emocional, la persona educadora resulta crucial (los cuentos no sirven para dormir a los niños, sino para despertar a los adultos). Ayudar al niño en ese viaje interior precisa de un trabajo emocional previo del adulto. En palabras de Martínez-Pardo (2018): «Para acompañar a los niños en los angostos caminos de los bosques oscuros uno tiene que haber aprendido a hacerlo primero. Si no, corremos el peligro de no dejarles entrar, por nuestro miedo, negándoles así la oportunidad de orientarse en la oscuridad». Como conclusión, podemos afirmar que los procesos madurativos infantiles precisan de un ambiente respetuoso, sabedor de la idiosincrasia de esta etapa. Conocer sobre el desarrollo evolutivo del niño nos permite despojarnos de tópicos y prácticas poco saludables. Como consecuencia, hemos de reevaluar las prácticas educativas que, por inercia, imperan aún hoy en día en nuestros estilos educativos y escuchar, libre de prejuicios, el lenguaje emocional de nuestros niños. Dada la omnipresencia de la emoción en los primeros años de desarrollo, resulta necesario adecuar nuestras intervenciones al ritmo madurativo de cada niño para lograr un verdadero respeto, fundamentado en el conocimiento y la observación (González-Vara, 2015). Dª Encarnación Hernández Pérez Dº Mario Pena Garrido Dª Lidia Losada Vicente