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Al profesar que Jesús de Nazaret es Cristo y Señor, la fe cristiana lo reconoce por eso mismo como verdadero hombre y verdadero Dios. Por eso es justo que se hable corrientemente de él como del "hombre-Dios".
El presente libro quiere introducirnos en la revelación de Dios en Jesucristo, por medio del Espíritu. No se busque en la obra, por tanto, una Teodicea.
Dios se revela por su nombre. No cabe duda de que uno de los temas que ha trado ms confusin, divisin y desacuerdo entre todas las denominaciones del mundo han sido los temas de Dios, la trinidad y el bautismo en las aguas. Pero despus de haber ledo este libro ya no habr ms dudas ni confusin en usted, porque en este libro est todo detalladamente explicado por la palabra de Dios y no por las tradiciones de los hombres. Solo los entendidos entendern! Daniel 12:10 Dios le dijo a Moiss: yo soy Yahweh! xodo 3:14 En otras palabras le dijo: yo soy l Eterno, el que siempre est presente.
El conocido teólogo catalán, una vez agotada la 5a edición de su Tratado de Dios Uno y Trino, nos brinda un nuevo libro sobre el inagotable tema de Dios. Éste no es un manual para las aulas, sino un libro de lectura teológica para la formación de los cristianos. La atenta escucha bíblica y la reflexión teológica se dan la mano con una actitud dialogante con la cultura pos-moderna y el pensamiento actual. Todo en un estilo narrativo y con un lenguaje accesible a personas corrientes.
Hay una generación que está por manifestarse. Ellos no nacen de normas, reglamentos y principios de hombres. Son revolucionarios que serán dados a luz en intimidad. Dios alumbrará a cientos, que manifestarán la esencia del corazón del Ser no creado a la humanidad. No los busques en la multitud, están perdidos en los negocios del Padre. Son los herederos de la eternidad, son “Hijos de la intimidad”. Sé parte de la generación que manifestará a Dios en la tierra.
Todo católico debiera tener esta libro de oraciones entre otras: tiene el Orden de la Misa en español con el texto en latín en páginas opuestas, una guía para la Confesión, y numerosas devociones como la preparación y acción de gracias de la Comunión, el Santo Rosario, el Vía Crucis, etc. This Spanish edition of Handbook of Prayers is a popular, compact treasury of prayers that includes basic prayers from the Manual of Indulgences; the Order of Mass in Spanish and Latin; a guide to a good confession; and devotions to the Blessed Trinity, Our Lord Jesus Christ, the Holy Spirit, the Blessed Virgin Mary, and St. Joseph.
Este es un Estándar vivificado por la Palabra VIVA de Dios. La Asamblea se reunió según a la convocación, el 1 de julio de 1643, en la Iglesia de Westminster. El Dr. William Twisse, Presidente, predicó el sermón de apertura tomado de la promesa preciosa de Cristo, No os dejaré huérfanos. Estas palabras eran como manzanas de oro con figuras de plata, en aquellos tiempos de confusión triste. Una semana después volvieron a reunirse, cuando el juramento fue administrado a cada miembro presente, en las palabras siguientes: Yo, -- --, declaro solemne y seriamente, ante la presencia del Dios Todopoderoso, que en esta Asamblea, de la cual yo soy un miembro, no mantendré nada en asuntos de doctrina, más de lo que yo creo en mi conciencia ser verdad; o en puntos de disciplina, más de lo que yo conciba que conduzca más para la gloria de Dios, y para el bien y la paz de Su Iglesia. Este juramento se leyó todos los lunes por la mañana para refrescar la memoria y revivir la conciencia.
DIOS PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTOEste libro le ayudará a ver y entender a Dios desde cada una de las perspectivas de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.¿Cuánto sabemos acerca de la Trinidad? La Biblia es una fuente inagotable que permite adentrarnos en temas como este, que tanto nos inspiran a vivir como verdaderos cristianos. Sin embargo, no siempre estamos preparados. Si ese es su caso, emprenda un viaje a través de la Biblia mediante Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. De manera sencilla y práctica, Cho nos lleva a profundizar en lo que significa para nosotros Dios el Padre, quien con su misericordia infinita preparó el camino de la redención a través de Jesucristo; Dios el Hijo, que entregó su vida en rescate por todos y que, al marchar a los cielos, no nos dejó solos, sino que nos dejó la presencia poderosa del Espíritu Santo.
La obra peculiar del Espíritu, al sanar y restaurar nuestras depravadas y miserables naturalezas, haciéndolas vivas para Dios y santificándolas a su semejanza. La gran y misteriosa verdad de la trinidad de personas en un solo Dios, que es el fundamento de nuestra fe cristiana, y que, aunque no es contraria a nuestra razón, está tan por encima de ella, que nunca hubiéramos podido pensar en ella, si Dios no nos la hubiera revelado en su palabra, no es una mera noción especulativa, sino una verdad que concierne a la fe y a la práctica del cristiano; hasta el punto de que es necesario que todo el que se salve crea que hay tres personas, un solo y mismo Dios infinito y eterno, bendito por los siglos de los siglos. Porque ¿cómo podemos creer que Dios ha elegido a cualquiera de los hombres para hacerlos inmutablemente y para siempre felices; que el mismo Dios ha redimido y santifica a estos sus elegidos, si no creemos que este único y mismo Dios es tres personas, a las que se atribuyen claramente en las Sagradas Escrituras estas obras tan necesarias para nuestra salvación? ¿Cómo podemos confiar en el Dios de toda gracia y en sus infinitas misericordias, y adorarle y amarle por ese amor tan grande y ciertamente indecible, al enviar a su Hijo unigénito a morir por nosotros? ¿Y cómo podemos actuar con fe en nuestro bendito Redentor, como si hubiera venido voluntariamente al mundo para realizar la obra que su Padre le envió a hacer, a menos que tengamos pensamientos distintos de la persona del Padre que envía, como distinta de la persona del Hijo enviado por él? Y estas personas son igualmente Dios; porque cualquiera inferior no podría habernos redimido más de lo que podría habernos elegido o creado. Pero no son tantos y diversos Dioses; por tanto, son un solo y mismo Dios, igual en todas las perfecciones y gloria. El autor ha hablado de la obra de Dios Padre en el segundo volumen de sus Obras; y de la obra de Dios Hijo en el tercero, con gran claridad de luz de la Escritura, y por consiguiente con igual fuerza de evidencia para toda mente espiritual. En los discursos de este quinto volumen describe con la misma claridad y evidencia, en toda su gloria, la obra propia del Espíritu, al sanar y restaurar nuestras depravadas y miserables naturalezas, haciéndolas vivas para Dios y santificándolas a semejanza suya. Es una obra que demuestra que él es el verdadero Dios, al igual que el Padre y el Hijo; porque la vida es algo que sólo Dios puede dar, y un poder creador es tan necesario para producir una vida espiritual como una natural. Más aún, de los dos es más difícil (aunque nada lo es para Dios) resucitar un alma muerta que un cuerpo muerto. También es obra de Dios hacernos partícipes de la naturaleza divina (2 Ped. 1:4), como lo fue hacer a Adán al principio a su propia imagen. Para que nadie piense que estas verdades son meras sutilezas o controversias abstrusas, y que no es necesario investigarlas, el autor ha hecho, a través de todos los discursos, usos apropiados y pertinentes, que fluyen naturalmente de las doctrinas; lo cual puede evidenciar que como todas las verdades del evangelio tienen en su propia naturaleza una aptitud y una tendencia apropiada para fortalecer nuestra fe, y para mejorar nuestra santidad, y para hacernos no sólo más sabios sino mejores, así Dios las ha revelado como necesarias para que las conozcamos con estos propósitos. Y así como el Evangelio es peculiarmente adecuado para elevar y afinar nuestros corazones a los lazos de agradecimiento y a las alabanzas alegres a nuestro Señor Jesucristo (y al honrarlo honramos también al Padre), así esta doctrina de la obra del Espíritu Santo en nuestra salvación, que es también puro Evangelio, está adaptada para excitarnos a darle la gloria que se le debe; y al honrarlo, honramos tanto al Padre como al Hijo. He dado en el otro lado de esta hoja un catálogo de los MSS. en este volumen, para que el lector esté satisfecho de que tiene todo lo que prometí en las propuestas; y también puede ver que le presento varios otros discursos, que no ofrecí en ellos. Yo estoy enteramente tuyo en el servicio del evangelio, THO. GOODWIN.