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En este mundo moderno donde reina el materialismo, la búsqueda de la espiritualidad y la trascendencia es más vital que nunca para la humanidad. En su libro "El rostro de Dios", el autor nos ofrece una exploración profunda de esta búsqueda universal. A través de un riguroso análisis de la tradición espiritual y sus diversas manifestaciones, el autor nos muestra cómo la espiritualidad puede ser fuente de sabiduría, sanación y transformación personal. Nos invita a tomar conciencia de la importancia de cultivar nuestra relación con lo divino. Pero el autor no se contenta con ofrecernos un simple análisis intelectual de la espiritualidad. Más bien, nos invita a una experiencia profunda y personal de trascendencia a través de la meditación, la oración y la contemplación de la naturaleza. "El rostro de Dios" es un libro que toca el corazón y la mente. Si estás buscando ampliar tu horizonte espiritual, este es el libro para ti.
La revelación bíblica, al afirmar que Dios se ha hecho rostro y que el hombre es imagen de Dios, ha privilegiado el rostro humano. Sin embargo, hoy, la "muerte de Dios" amenaza esa faz humana despreciada por los totalitarismos y el anonimato de las grandes ciudades. Incluso el arte contemporáneo parece olvidarse de su representación. De ahí la urgencia de una reflexión sobre el rostro que se abre a la eternidad, a lo inagotable, y que nos conducirá al "rostro de los rostros", el de Dios hecho hombre, para permitirnos descifrar en él la faz humana y el icono del hombre deificado. Además, todo rostro, por desgastado o destruido que esté, a poco que nosotros lo veamos con la mirada del corazón, se nos revela lejos de la repetición, único e inimitable.
Manuel Martín se sumergió en el estudio de disciplinas diversas como economía, periodismo, teología y metafísica en su búsqueda de la fe perdida y de una comprensión más profunda de las religiones y su relación con el mundo espiritual. Sin embargo, sus temores se confirmaron al constatar que la religión y la espiritualidad parecían estar completamente separadas, con los rituales religiosos convirtiéndose en meras formalidades en lugar de caminos hacia la elevación espiritual. Observó una profunda división en la sociedad, con algunos abrazando un nuevo credo en el capitalismo y otros buscando refugio en la espiritualidad debido a las dificultades del nuevo orden establecido. Su experiencia lo llevó a escribir el libro "Cómo reconecté con Dios", que aborda la transformación social surgida de la disminución de valores en muchas religiones ortodoxas y la falta de respeto hacia la creación de Dios. El libro plantea que las religiones institucionalizadas tradicionales están perdiendo poder y relevancia, mientras surgen nuevas formas de conexión espiritual al margen de las estructuras convencionales. El desencanto con el dogmatismo, los escándalos y la percepción de hipocresía en las religiones convencionales está llevando a muchos creyentes a explorar sistemas espirituales alternativos que les resultan más significativos. En el libro "Conexión directa con Dios" se critica que muchas religiones ortodoxas no han logrado transmitir adecuadamente valores humanos fundamentales, y su enfoque doctrinario se percibe como excluyente y deshumanizante. Como resultado, hay un resurgir de la espiritualidad libre de religiones orgánicas, con una búsqueda sincera del encuentro personal con la Fuente de todo cuanto existe. Muchos buscan respuestas en disciplinas como la astrología, la alquimia, textos gnósticos, profecías mayas y otros corpus que habían sido previamente descartados por su heterodoxia.
La idea, el concepto, la visión que cada uno tiene de Dios es como el rostro de Dios que él ve. Y de la visión que tengamos depende, en gran parte, nuestra actitud ante Él. Las ideas falsas de Dios pueden inspirar cierto agradecimiento, temor, miedo, resentimiento, incluso odio... Pero jamás amor. Y no inspiran cariño porque tampoco hacen sentirlo: en esos rostros de Dios no se ve amor. Esos creyentes no se sienten queridos. Y, al que no se siente querido, le resulta imposible querer. Jesucristo es el rostro humano de Dios. En Jesús ya podemos contemplar el verdadero rostro divino, en la medida en que los hombres somos capaces de contemplarlo. En contra de lo que ocurría en el Antiguo Testamento, ahora ya se puede ver el rostro de Dios. Y puede verse porque Dios ha asumido un rostro humano. Eso es lo más grandioso y original de Cristianismo: la irrupción de Dios en la vida del hombre. No es el hombre quien busca a Dios. Es Dios quien viene a nuestro encuentro. Agustín Filgueiras Pita nació en Pontedeume, La Coruña. Fue ordenado sacerdote en Santiago de Compostela en 1959. Ejerció su sacerdocio seis años en dos pueblos. Durante otros treinta y cuatro se dedicó a la enseñanza y atención espiritual en dos colegios. Actualmente, colabora en una parroquia de la ciudad de La Coruña.
Todos queremos saber que Dios nos ama. Todos queremos saber cuales son los planes que tiene para nosotros. No hay mejor manera de enterarse de ello que ir diariamente ante la presencia de Dios y preguntarle. En su estilo unico de ensenar, el pastor Bill J
En la obra Hinn nos reta al preguntar: "¿Cuándo fue la última vez que te acercaste como para besar el rostro de Dios? ¿Qué te impide hacerlo?" Si la idea de "besar" a Dios te hace sentir incómodo, entonces necesitas leer este libro.
Jesus swept onto the scene declaring that the Kingdom of God had arrived! He proclaimed that we would experience life at its fullest only when we organize our lives around the Kingdom. E. Stanley Jones suggests that life in any other way is a muddled, maddening, and impossible way to live. Throughout the centuries we have lost the Kingdom as a clearly defined and workable system for order and influence in our daily lives. We have reduced the Kingdom by putting it into narrower molds, a refuge now, a present security, a future hope, anything but the Kingdom as Jesus preached it - God's total answer to man's total need now." Dr. Jones shows us how to claim our spiritual heritage and the abundant life promised us by embracing the Kingdom and Person of Jesus. He suggests how our experience with God and His Kingdom should be taught and shared in the life of the individual, in the life of the church and in the nations of the world.
This classic text, the last major work by the great Hebrew Bible scholar Gerhard von Rad, has long been unavailable in North America. It is now being reissued in paperback from to satisfy the continuing demand for copies of the book. In brief, the subject of von Rad's study of Hebrew wisdom is Israel's willingness to ground faith in encounter with the world as the creation of God. Those familiar with the author's Old Testament Theology will recall how he identified two great watersheds in the history of Israel's thought. The first was the rise of the prophetic movement, which occasioned a radical reinterpretation of Israel's religious traditions as expressed in the earliest creedal formulations found in the Pentateuch. The second watershed, which preceded the prophetic movement and was a basically different assessment of Israel's relation to Yahweh, was achieved by wisdom teachers at the start of the monarchy. This book studies this first and somewhat novel break with Israel's older sacral traditions. Von Rad bases the study on a wide range of literary materials principally concerned with the books of Proverbs, Job, Ecclesiastes, and the Wisdom of Ben Sirach. "No finer introduction to the fundamental theological questions raised by the wisdom literature of Israel is available." Theology Today Gerhard von Rad was for many years Professor of Old Testament at the University of Heidelberg.
Using New Testament "gematria, " symbolic number values encoded in the Greek phrases, the author reveals that the sacred couple was one of the essential pillars of early Christian teachings, before being denied by the architects of institutional Christianity and obscured by later Church doctrine.