María Cristina Magee
Published: 2023-05-11
Total Pages: 376
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Desde siempre en nuestro país, la traducción de las diversas instancias del procedimiento parlamentario ha causado dificultades que, en ocasiones, han llevado a graves errores de interpretación que ni el paso del tiempo ha logrado subsanar. Como sucede con la jerga de toda especialidad, el vocabulario utilizado en el Congreso y en las legislaturas provinciales y municipales para el tratamiento de sus iniciativas legislativas es específico, y todo intento de alejarse de él puede llevar a desinteligencias y situaciones engorrosas. Mucho antes de la creación del Congreso argentino, nuestras Cámaras legislativas intentaron reproducir —a través de la traducción— terminología y procedimientos para poder celebrar sus sesiones. Para ello, se recurrió a los cuerpos legislativos de larga data, como el Parlamento de Gran Bretaña, el Congreso de los Estados Unidos y la Asamblea Legislativa de Francia. Entre los muchos diccionarios de especialidades, es difícil encontrar en estas latitudes uno sobre procedimiento parlamentario; y hasta el momento, no hay ninguno bilingüe que abarque la cantidad de términos específicos que contiene este diccionario. Consciente de esta carencia, me he atrevido a elaborar, palabra por palabra, esta obra de características desconocidas en el país, tomando para ello la jerga propia de nuestro Congreso Nacional y la del Congreso de los Estados Unidos. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- The translation of the different steps of the parliamentary procedure in our country has always raised difficulties, which at times, have led to serious misinterpretations, not always solved even by the passing of time. As it happens with the jargon of any specialty, the vocabulary used in Congress and provincial and local legislatures in the consideration of their legislative initiatives is specific, and all attempts to move away from it may lead to misunderstandings and awkward situations. Long before the creation of the Argentine Congress, our legislative houses attempted to reproduce—through translation—terminology and procedures to be able to successfully hold their meetings. To that end, it was found appropriate to resort to the old legislative bodies, such as the British Parliament, the Congress of the United States of America and the Legislative Assembly of France. Among the many specialty dictionaries in these latitudes, it is difficult to find one on parliamentary procedure; and up to the present, there is no other bilingual dictionary containing the number of specific terms that this dictionary contains. Being aware of this deficit, I have dared to build up, word by word, this work of unknown characteristics in the country, employing, to that end, the jargon of our National Congress and that of the Congress of the United States.